Hay días que hasta 2,500 sectores se quedan sin energía por apagones

SAN PEDRO SULA

Camilo Chavarría Recarte vive en Jamalteca, Comayagua; Maricela González es de Nacaome, Valle; Josué Ponce radica en Olanchito; Rosy de Hernández es de San Pedro Sula, y Maynor Alexander de Jesús Santamaría es residente en San Marcos, Ocotepeque.

Todos ellos están en puntos cardinales distantes y ninguno se conoce entre sí, pero tienen en común el mismo malestar: están cansados de tantos apagones y cada uno contó su historia.

Chavarría expuso que en su comunidad han llegado a estar 48 horas sin energía. González señala que ya es costumbre que quiten el servicio a partir de la seis de la tarde y lo habiliten hasta altas horas de la madrugada.

Ponce expone que ha pensado en ir ahorrando para comprar una planta portátil, ya que casi todos los días la luz se va de 8:00 am a 4:00 pm, haciendo el día insoportable.

Hernández, por su parte, añade que su negocio enfrenta pérdidas con los apagones no programados porque atrasan la entrega de productos a sus clientes y deben pagar horas extras a los empleados por el tiempo muerto que hay cuando se va la luz.

La situación es muy parecida y no importa en que parte del país se encuentren, ya que las interrupciones, adonde sea, afectan negocios, la calidad de vida de las personas y hasta sus bienes.

Pero el problema de apagones es generalizado en todo el país.

LA PRENSA Premium analizó los datos de apagones diarios de marzo y abril (hasta el 20), que suelen ser los meses más problemáticos por la demanda de energía.

Del 1 al 20 de abril, en promedio 1,393 sectores quedaron sin energía al día a nivel nacional, según un análisis del reporte de fallas diario del Centro Nacional de Despacho realizado por LA PRENSA Premium.

No se suma lo ocurrido el 15 de abril debido a la carencia de datos.

En este mes, el peor día fue el martes 2 de abril, cuando al menos 2,541 comunidades no tuvieron fluido eléctrico en algún momento de la jornada debido a múltiples fallas.

Mientras que el día con menos afectación -en cuanto a sectores- fue el viernes 19 de abril, cuando las zonas sin energía eléctrica fueron 472.

En la revisión se detectó que la mayoría de sectores perjudicados pertenecen a Olancho y el valle de Sula.

Para este análisis se contabilizaron de forma individual los sectores afectados por día, ya sean colonias, barrios, residenciales, comunidades, aldeas y hasta instituciones o empresas, debido a su dimensión. En algunos casos solo se identifica la línea de transmisión, por lo que el número de zonas afectadas puede ser mayor.

En el caso de marzo, el promedio diario ascendía a 1,078 zonas sin energía en diversos momentos del día.

Aunque en marzo el problema no estaba tan acentuado como en abril (hubo días de apenas 300 sectores perjudicados), se registró un máximo de 4,404 comunidades sin fluido eléctrico el jueves 28 de marzo.

Lo que ocurre en este departamento conformado por 16 municipios no tiene comparación. Es una de las regiones del país que más sufre por la falta de energía.

Tania Pinto, diputada nacionalista, señaló que la crisis energética es tal que a “ veces pasamos hasta dos días seguidos, incluso tres días”, sin energía.

Y si la luz no se va un día completo, hay jornadas en que ocurren entre tres y 10 apagones.

¿Cuál es el problema?, le preguntamos a Pinto.

Ella señaló que todo se debe a la sobrecarga en las líneas de distribución y el mal estado de la red.

Además de eso, hasta hace poco no había oficina de atención al cliente de la Enee y no tenían cuadrillas suficientes para atender las fallas. Ocotepeque es un departamento supervulnerable.

En verano afecta el calor, y en invierno, las lluvias.

“Lo que el ministro de Energía me dijo es que la ola de calor sobrecarga transformadores, cables y circuitos. Además, se necesitaba una subestación para poder aliviar esa sobrecarga. Pero eso implica un montón de millones y es supercaro, entonces creemos que eso (apagones) se va a seguir dando porque la sobrecarga se da también por los nuevos proyectos que se van haciendo en los diferentes municipios”.

El impacto a la dinámica economía local se ha hecho sentir, pues muchos hacen fuertes inversiones para comprar generadores o sencillamente se resignan a perder clientes, productos y muchas veces sus aparatos, porque se dañan, ya que también hay fluctuaciones de voltaje.

Hasta la diversión se ve afectada. Pinto cuenta que el mes pasado estaban de feria y en su barrio tenían un grupo musical para amenizar, pero la luz se fue a las 7:00 pm y regresó hasta las 2:00 am. “Nos quedamos sin fiesta en plena feria”, lamentó.

Maynor Santamaría, habitante de San Marcos, Ocotepeque, señala que el problema con la falta de voltaje agudiza las interrupciones. “Últimamente ha habido muchos apagones, y al final el más perjudicado es el consumidor. Recordemos que antes de irse la luz no se va de un solo y regresa a las dos o tres horas, sino que antes de irse hay hasta cinco, seis, siete apagones, entonces eso viene a dañar los aparatos eléctricos”, expuso.

Son justamente las suspensiones no notificadas las más perjudiciales.

“Nadie está preparado. Aparte de eso, el voltaje es inestable, porque cuando se va, se va a un voltaje de 60, 70, y cuando regresa viene 130, 140.

Yo me he dedicado a la venta de electrodomésticos y en muchos lugares no les funcionan los aparatos, y al irles a hacer una medición con el tester tienen un voltaje hasta de 62, 65.

¿Cómo y cuándo le va a arrancar un aparato con ese voltaje? Incluso hay estabilizadores que no levantan ese voltaje, ya que es demasiado bajo o, viceversa, demasiado alto.

Entonces creo que es una problemática que estamos viviendo aquí en el occidente del país, y particularmente en Ocotepeque”, lamentó. Instó a que las autoridades de la Enee busquen soluciones inmediatas.