07/05/2024
01:50 PM

Toda la vida es un cambio, ¡pongámonos en acción!

Víctor Corcoba Herrero

Reconstruir la confianza y modificar el estilo de movimientos debe ser nuestro afán y desvelo. De entrada, me emocionan esas gentes que son forjadores de humanidad, que cultivan tanto el buen decir como el obrar, en su itinerario viviente. Andamos necesitados de ternura, pues activemos la corrección. Un homenaje a los soñadores, a los artífices del cambio en todo el mundo, que hacen gala de la innovación, de la creatividad y el emprendimiento. En este sentido, tanto los jóvenes como los mayores no solo son ciudadanos con igualdad de derechos, sino también poderosos agentes de transformación, cuyas voces deben ser plenamente escuchadas. Sin duda, toda aportación al servicio de la vida y del bien común nos imprime un bienestar singular inenarrable.

Realmente, son estas acciones realizadas de corazón a corazón las que nos animan a levantar la mirada y a navegar por nuestros interiores, que es por donde debe empezar el reencuentro para poder llevar amor allá donde no lo hay, poniendo además comprensión en donde solo se hallan absurdas contiendas. No queremos seguir viviendo así. Necesitamos un planeta seguro y unos moradores más poéticos que poderosos. Es necesario que retorne la concordia y que, al mismo tiempo, ésta se instituya sobre bases muy sólidas. Comience por volver la paz a nuestro hogar, lo que conlleva considerarse y quererse, para ser los inventores de la reconciliación de uno consigo mismo. Tenemos que conseguirlo: querer hacerlo es poder llevarlo a buen término.

Conciliados es como se puede aliviar la pobreza, reducir las emisiones y mejorar la salud, promover la igualdad y apoyar el desarrollo sostenible en todo el orbe. Precisamente, a lo largo de la historia, el ingenio y la lucidez del ser humano, las ideas y el descubrimiento de nuevos horizontes nos han permitido superar los retos y avanzar.

Para volver al buen camino y alcanzar los nuevos anhelos tenemos que aprovechar la aportación colectiva como elemento impulsor para liberar tensiones y capturar latidos existenciales, a fin de afrontar esos desafíos mundiales comunes a todos. Por cierto, en referencia a estas situaciones complejas, en demasiadas ocasiones se pone de relieve la falta de un servicio de asistencia social específico para los desfavorecidos.