18/05/2024
08:37 PM

Infraestructura

Sergio Banegas

El Gobierno de la República está invirtiendo miles de millones de lempiras en infraestructura, ello es importante y relevante por todo lo que conlleva el desarrollo económico en los departamentos y comunidades. Se están abordando carreteras principales, secundarias, centros educativos, hospitales, lo cual es loable y digno de apoyar.

Un desafío importante en estos procesos siempre será la transparencia de adjudicación de proyectos a las empresas constructoras, que los procedimientos se realicen bajo la luz perenne de la legalidad y de la probidad, y por supuesto, que la ejecución conlleve los más altos estándares de calidad hasta su culminación y entrega.

Por supuesto, el desarrollo no se trata únicamente de cemento y asfalto, los indicadores de desarrollo humano van mucho más allá de la infraestructura, se trata de propiciar los espacios culturales, educativos, políticos, sociales y económicos para que la persona encuentre la realización plena de una vida digna.

Es así como habitualmente pensamos en desarrollo en la expresión de lo tangible, lo visible, pero un avance integral conlleva aspectos morales de formación ciudadana que hagan incidencia y diferencia en el futuro, de tal manera que le provea a la persona los elementos éticos y espirituales para alcanzar su sentido de propósito.

Uno de los pilares y fundamentos claves para identificar si un país está avanzando o no es observar la manera que gestiona el sistema sanitario, de educación, de seguridad, y de empleo; son cuatro estacas que ponen firmeza a la actividad permanente de avance social; si no se fortalecen en todas sus dimensiones y alcances el cemento no servirá de mucho.

Que la infraestructura sea solo el escenario, las condiciones materiales para que lo demás acontezca para bien del país: comercio, inversión, seguridad jurídica, educación de calidad, medicamentos en los hospitales, y generación de empleos a través de una empresa privada que confía y es aliada de la gestión gubernamental. ¿Es una idea utópica? Quizás, pero si no somos capaces de llevarlo adelante nos quedaremos para siempre postrados en el ostracismo del subdesarrollo.