Los bancos de estrellas en el mar Caribe hondureño han sufrido por años la manipulación de los turistas, ahora esta práctica es multada por las autoridades locales
Pocos miembros de la etnia garífuna quedan en la barra, ya que aldea carece de agua potable y energía eléctrica. Aun así, decenas viven de lo que la laguna provee.
Una familia garífuna está transformando un pedazo de tierra que se ha salvado del feroz acoso de inversionistas que se están apoderando de las playas, en un atractivo turístico fresco e innovador.
Autoridades municipales con apoyo de la Secretaría de Turismo participaron en la feria de cruceros que se llevó a cabo en Miami, EUA, y regresaron optimistas.