La reciente capa de humo que cubre el cielo de San Pedro Sula, Tegucigalpa y otras ciudades del país, ponen en alerta sobre la calidad del aire que están respirando los pobladores, quienes según autoridades de Salud y otras instituciones, están expuesto a una alta contaminación.
Esto nos hace pensar si a caso San Pedro Sula es la ciudad con el aire más insalubre de Honduras, pues la urbe al ser altamente industrializada es proclive a generar una gran cantidad de gases de efecto invernadero.
¿Es entonces la Capital Industrial la ciudad hondureña con el aire más contaminado? La respuesta es no, pese a su enorme actividad industrial, San Pedro Sula está lejos de ser la metrópolis más contaminada del país.
El informe de 2023 sobre la calidad del aire en el mundo proporciona una revisión global de los datos relativos a la calidad del aire para ese año.
El informe resume los datos de la calidad del aire de PM2,5 en 7,812 ciudades y 134 países, regiones y territorios. Los datos que se han empleado para crear este informe proceden de más de 30,000 estaciones de control de la calidad del aire gestionadas por centros de investigación, organismos gubernamentales, universidades y centros educativos, organizaciones sin ánimo de lucro, empresas privadas y ciudadanos científicos.
En el ranking solo figuran dos ciudades de Honduras: Tegucigalpa y Santa Lucía, en donde la concentración de partículas contaminantes es de 15.1 superior al valor de la guía anual de calidad del aire que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Datos del sitio web especializados IQAir, el cual mide la calidad del aire en todas las ciudades del mundo, la condición actual del aire en la Capital Industrial es perjudicial para grupos sensibles, advirtiendo que la concentración de partículas contaminantes en la ciudad es 7.8 veces superior al valor de la guía anual de calidad del aire de la OMS.
Causante de una de cada nueve muertes en el mundo, la contaminación atmosférica es la mayor amenaza medioambiental para la salud humana. Según la OMS la contaminación atmosférica es responsable de unos siete millones de muertes prematuras al año en todo el mundo.
La exposición a la contaminación atmosférica por PM2,5 provoca y agrava numerosos problemas de salud, como el asma, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades pulmonares. Además, la exposición a niveles elevados de partículas finas puede perjudicar el desarrollo cognitivo de los niños, provocar problemas de salud mental y complicar enfermedades ya existentes, como la diabetes.
