Hondureños en Florida: “Nos vamos a quedar a la mano de Dios”

Cientos de hondureños indocumentados decidieron quedarse en Florida, donde ya entró en vigencia una de las leyes más duras contra los inmigrantes

Foto: EFE

Los latinos temen que la policía se una a las redadas de migración esta semana.

dom 2 de julio de 2023

7 min. de lectura

“Llegué hace cinco años a este país, nos vamos a quedar en Florida a la mano de Dios, no quiero regresar a Honduras, a mi hija le pegaron un balazo en la cabeza y mi sobrina acaba de morir en la cárcel de Támara”.

Quien habla es la hondureña Nancy Rodas. Lo dice así de claro mientras participa en una marcha en contra de la entrada en vigencia de la ley SB 1718, caracterizada por implementar una mano dura contra la migración.

Contrario a la decisión tomada por otros compatriotas sin papeles, que empezaron un éxodo temprano hacia otros estados, ella decidió quedarse en Miami, Florida, donde vive con su esposo, quien está amparado con un Estatus de Protección Temporal (TPS).

Sin embargo, aclara que el TPS de su pareja no la “blinda” a ella de una deportación. Menos a sus dos nietas, quienes tampoco tienen un estatus legal.

$!Las empresas con más de 25 empleados estarán obligadas a utilizar el E-Verify, un sistema federal para verificar el estatus migratorio de sus posibles contratados.

LA PRENSA Premium recorrió Florida previo a los días que entrara en vigor el sábado pasado la ley antiinmigrante. Desde antes, la zozobra y la incertidumbre se respiraba entre la comunidad hondureña.

Inseguros

Estados Unidos es el tercer hogar de Nancy. Llegó en 2018, procedente de España, adonde se había ido huyendo de la inseguridad, pues tuvieron que salir de Honduras porque a una hija le dispararon en la cabeza. “Gracias a Dios logró sobrevivir, pero el miedo nunca se nos quitó”.

200,000Hondureños radican en Florida. Al menos 150 mil están de forma irregular, según organizaciones de apoyo a migrantes

Ahora se siente insegura -no por la violencia-, en Florida. Muchos hondureños se sentían así, al punto que muchos de sus amigos catrachos se fueron desde los primeros días de junio luego de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, promulgara la ley en contra de los migrantes indocumentados.

No quisieron esperar a lo incierto ni a que entrara en vigor, porque tienen que enviar dinero para mantener a sus familias en Honduras.

Este medio recorrió edificios y comunidades con fuerte presencia de hondureños, pero ya varios habían abandonado sus apartamentos para irse a otro estado.

$!Las empresas serán sancionadas económicamente si contratan inmigrantes sin autorización, indica la ley.

Algunos restaurantes frecuentados por los catrachos están vacíos y sus gerentes intuyen que los clientes no quieren salir de sus casas, aunque también manejaban que sus otrora comensales eran parte del grupo que había dejado Florida las últimas semanas.

El mayor temor de los hondureños migrantes sin documentos son las redadas. “Yo vine a este país a trabajar, tal vez algún día regrese a Honduras, pero no quiero que me vaya a sacar la Policía de mi trabajo y me deporte”, expresó uno de los hondureños que prefirió no dar su nombre, pues explicó que tiene mucho miedo a la nueva norma.

LA PRENSA Premium constató en un recorrido que comunidades pobladas por hondureños o locales frecuentados por catrachos estaban vacíos, asociado al miedo a salir o porque simplemente ya habían huido a otros estados por la ley antiinmigrante en Florida.

Otros hondureños dicen estar atemorizados, pero no tienen adónde irse.

Como Gloria Hernández, quien es madre de dos niños menores y ya se sentía establecida en Florida. “Yo tengo familia legal en Florida, pero en otro estado no tengo quien me eche una mano”.

“Ahora me siento tan insegura como me sentía en Honduras, no tendremos tranquilidad a lo que se nos viene, he estado quince años en este país y ya he logrado sacar adelante mis dos hijos, que aquí nacieron, pero mi esposo y yo estamos aún sin documentos, esperando la aprobación de un nuevo TPS”, externó.

Gloria trabaja en Miami limpiando casas y su esposo es mecánico, ambos decidieron quedarse porque dicen no tener problemas con la ley y cumplen con sus obligaciones en Estados Unidos, país que les dio la oportunidad de darles una mejor vida a sus hijos, pero que ahora se les muestra extraño.

Impacto

La mayor parte de hondureños en Florida trabaja en construcciones, mantenimiento de casas, restaurantes, así como en jardinería. Una menor cantidad labora en cultivos, como Homestead -al sur del estado-, donde hectáreas han quedado vacías de trabajadores, pues -así como lo hicieron los hondureños- muchos guatemaltecos y mexicanos se fueron. Quienes se quedan tratan de encontrar lagunas o huecos legales.

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LA PRENSA Premium dialogó con dos contratistas hondureños radicados desde hace más de 20 años en Florida y afirmaron no tener temor de quedarse sin trabajadores. “Yo tengo menos de 25 trabajadores y no tienen documentos, la ley habla de más de esa cantidad para verificar el estado migratorio”, apuntó el contratista especializado en la elaboración de techos.

El otro hondureño afirmó que sus empleados son migrantes, pero no piensan dejar Florida. Aunque tienen temor, no creen sean deportados por estar en faenas laborales.

Los dos empresarios son del criterio de que, aunque la ley parece estricta, solo habrá repercusiones para aquellos migrantes que comentan una falta o un delito.

Incertidumbre

La desinformación y la confusión también se ha apoderado de los inmigrantes. La semana pasada hubo una protesta en el parque Francisco Morazán en Hialeah, donde se reunieron hondureños con representantes de la fundación 15 de Septiembre para levantar su voz en contra de la ley SB 1718.

Aunque ya están establecidos sus artículos, muchos de los latinos al igual que organizaciones de protección a migrantes hacen sus análisis y en ocasiones han recomendado a sus connacionales a salir del estado de Florida por los alcances negativos de la medida.

El gobernador Ron DeSantis promulgó la ley SB1718, que entró en vigencia el 1 de julio. La norma monta una persecución a los inmigrantes sin papeles y entre sus artículos impone una pena de 5 hasta 15 años de prisión a las personas que trasladen a un migrante indocumentado en su auto.

Juan Flores, presidente de la fundación 15 de Septiembre, es del criterio de que además de enfrentar el temor a las deportaciones han creado un estado de pánico entre los migrantes, incluso a los menores que nacieron en Estados Unidos, pues sus padres, que no están legales, no se podrán quedar en Florida.

“Nuestra esperanza es que ya con la entrada en vigencia de la ley SB 1718 se interpongan demandas por considerarla inhumana para las miles de familias que solo buscan trabajar en Estados Unidos”, expresó.

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Entre las restricciones más fuertes está que las personas legales no podrán viajar con un indocumentado por las fronteras estatales, pues es considerado un delito.

La nueva ley exige a los hospitales que aceptan Medicaid que deben preguntar el estado migratorio del paciente en el formulario de admisión, por lo que esto pone en riesgo a los indocumentados, ya que tendrán miedo de ir por asistencia, aunque se aclara que no se les puede negar la atención médica.

Sobre ese artículo, migrantes hondureños en Florida preguntan en los grupos de WhatsApp, así como a los dirigentes de organizaciones, cómo harán para moverse a sus trabajos y si el contratista podrá llevarlos a las construcciones.

Los extranjeros indocumentados que sacaron licencias en otros estados tampoco podrán conducir, pues la ley invalida esos permisos.

Y para muchos que se han arriesgado a manejar un vehículo sin licencia, recomiendan no arriesgarse, pues se teme que haya más registros por parte de la Policía y de Migración.