19/05/2024
01:59 PM

Cambios necesarios

    La gestión de la presidenta Castro casi ha llegado a la mitad de su recorrido, y ahora más que nunca se vuelven indispensables los cambios entre sus funcionarios, de modo que garanticen mejores resultados y satisfagan las expectativas de la población que se mantiene a la espera de logros positivos.

    Ya se han comenzado a barajar los nombres de aquellos que podrían salir del gobierno, así como los que vendrían a relevarlos. Y aunque aún no se han hecho públicas las calificaciones de la evaluación por resultados, la percepción de la población, producto del impacto que las decisiones y las acciones de los funcionarios tienen en su vida cotidiana, basta para reconocer quiénes son los que por lo menos han actuado con honestidad y rectitud de intención; aquellos que han pensado en serio trabajar por el bien de Honduras, y los que se han dedicado a insultar en las redes sociales, a generar confrontación y odio entre la ciudadanía, a sacar el máximo provecho personal del cargo y de sus privilegios, y que le han hecho un flaco aporte al gobierno por su incapacidad o su intolerancia.

    Falta ver si aquellos que van a suceder a los actuales son capaces de entender que Honduras no es un botín, que los hondureños queremos menos discurso y más resultados, y que ya nos cansamos del disco rayado y los tópicos repetidos hasta el hartazgo.

    Se entiende que la gobernante Castro busque a los relevos entre su gente de confianza, pero no sería acertado colocar a personas que carecen de competencia en las áreas en las que les tocará desenvolverse, y cuyo único mérito sea la afinidad ideológica con el partido en el poder. Una actuación como la anterior seguro le pasará factura a Libre en el próximo proceso electoral, porque, ya se demostró en noviembre de 2021, las banderas ya no tienen el arrastre que históricamente han tenido, que la masa votante es cada vez más crítica, y que, así como miles de liberales, nacionalistas y gente sin partido votaron por sacar al abogado Hernández del poder, sin duda ahora harán lo mismo si no ve sus expectativas satisfechas.

    Los hondureños muchas veces nos hemos preguntado de dónde obtienen la información sobre los niveles de aprobación de la gestión actual algunos de los funcionarios que la defienden a capa y espada.

    Habría que ir a la consulta de los hospitales públicos, a los mercados, a las comunidades que continúan postergadas, etc., porque, aunque nadie esperaba un milagro, hay un desencanto contra el que hay que dar muestras tangibles de mejora social.