20/05/2024
01:51 AM

Motagua, ¿y si te la crees y te regalás el triunfo más grande de tu historia?

Dicen que dicen que Motagua en los finales de los años 60 y comienzos de los 70 era más alegría que tristeza. Más toque que lucha. Que jugaba a estadio lleno y su pueblo era feliz. Que la pelota, vetusta, y rojiza, de cuero de vaca, la distribuía con fluidez y soltura. Que jamás la maltrataba y que los Locos X Motagua de aquella época, osados y agrandados, le llamaban el Ballet Azul en honor a aquel equipo que maravilló a Colombia y el mundo en los inicios del 50 de la mano de Alfredo Di Stéfano, la Saeta Rubia: el ahora triste, Millonarios de Bogotá.

Dicen que dicen que Motagua venía a San Pedro Sula y salía victorioso, que arponeaba al Tiburón en el puerto y que Vida lo sufría en La Ceiba. Y, sobre todo, que amargaba a “aquellos” en el Nacional. Que era, por mucho, el papá en Comayagüela, en Tegucigalpa y en toda Honduras.

Pero antes, como ahora, salía de Honduras y aquel equipazo traicionaba a su historia y su gente haciéndola pasar pena, tristeza y burlas. Por eso, hoy, no es un día cualquiera, es un día de fiesta, histórico: puede ser el que divide el antes del después.

Por eso, vale la pena preguntarte: Motagua, ¿y si hoy te la crees y decidís regalarte el triunfo más grande de tu historia? Motagua, ¿y si te atreves a pasar la pelota con señorío, a ser ambicioso, a acercarte una y otra vez al arco del Patón? Motagua ¿y si no tenés miedo y aíslas a Gignac, y si sos pulcro y practicás el fair play, y si te concentrás y te olvidás que enfrente tenés a un equipo que vale 2,000 millones de lempiras? Motagua, ¿y si cansado de tantas derrotas en Concacaf por fin te le rebelás a la historia y le das una alegría gigante a tu gente? Motagua, ¿y si sabés que toda América Latina te mirará por televisión contra el más encopetado de México y te das el lujo de superarlo y de pasarle por encima? Motagua, ¿y si amargás a “aquellos” venciendo al más grande de Nuevo León, provocando que te odien más que nunca?

Así que Motagua, está en tus manos que hoy sea un día cualquiera, total nunca has sido gallo en el extranjero, o que sea el grandioso día en que toda Honduras, menos “aquellos”, se sientan orgullosos del Mimado, del Ciclón, de las Águilas Azules y de Poseidón, como te dicen los amigos mexicanos. La proeza en tierras tuzas quedó atrás.

Hoy estás frente a frente contra Gignac, el Príncipe francés, contra el segundo mejor equipo de la Sultana del Norte mexicana. El primero también juega en San Nicolás de los Garza, pero no son los Tigres, son sus hermanas, las bellas Amazonas, las Incomparables, las Tigresas.