La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (conocida por sus siglas inglés CBP, Customs and Border Protection) ha evitado el ingreso de la ola migratoria más grande registrada en la frontera sur de ese país.
En el año fiscal 2023 (de octubre de 2022 a septiembre de 2023), los agentes que custodian la frontera detuvieron a 2,475,669 personas de diferentes nacionalidades que pretendían ingresar de manera ilegal, de acuerdo con cifras de CBP.
Y hace dos semanas se dirigían hacía esa frontera miles de migrantes que salieron de la frontera entre Guatemala y México, pero se desintegraron el viernes 10 de noviembre tras más de 10 días de recorrido en el estado de Chiapas.
Irineo Mujica Arzate, director de la organización Pueblos Sin Fronteras, explicó a EFE que el grupo se dispersó porque unos 500 migrantes, en particular familias, aceptaron los ofrecimientos del Instituto Nacional de Migración (INM) de México mientras que otros partieron por su cuenta a otros municipios.
La mayoría de los extranjeros expresaron estar agotados, con llagas en los pies, enfermos, con dolores musculares y a paso lento, pero sin desistir de su intento de llegar a Estados Unidos, aunque sea por su cuenta.
“La verdad voy un poco débil, pero ahí vamos adelante, vamos a seguir hasta donde Dios quiera. Soy de Honduras, me dedicaba al comercio, pero todo ha bajado y hay muchas extorsiones”, expuso el migrante Marvin Zavala.
La caravana, que llegó a sumar 8,000 migrantes, partió hace dos semanas como la más grande del año desde Tapachula, en la frontera sur de México, donde resistió y avanzó por más de 10 días, a diferencia de otras realizadas en meses anteriores que se desintegraban en breve.
Iban a ser detenidos
A pesar de las intenciones de los migrantes, al llegar a la frontera con EUA son detenidos. De la cantidad de detenciones en el año fiscal, llamada “encuentros” por las autoridades, supera la de 2022 (2,378,944) que había batido los registros históricos.
También la de 2021 (1,734,686) y 2020 (458,088), cuando menos personas viajaron por las limitaciones que impusieron los gobiernos para controlar la pandemia Covid-19.De 2,475,669 detenidos en el año fiscal que terminó recientemente, 495,286 (20%) son del triángulo del norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador), 717,333 (29%) de México y el 62% de otras nacionalidades, entre ellos, sudamericanos, africanos y asiáticos.
De Centroamérica, las autoridades de Estados Unidos detuvieron a 220,085 personas de Guatemala, 213,686 de Honduras y 61,515 de El Salvador. Dentro de este conglomerado están los menores acompañados, individuos en una unidad familias, adultos solteros y niños no acompañados.
Según las cifras de esa entidad estadounidense, en el año fiscal 2023, las autoridades detuvieron 663 hondureños más que en 2022 (213,023) y 105,638 menos que en 2022 (319,324), es decir, hubo una reducción.
Frontera
Grevil Omar Alvarado, quien trabajó como agente consular de Honduras en Tapachula, México, le informó vía teléfono a Diario LA PRENSA que el flujo migratorio hacia Estados Unidos de personas procedentes de Guatemala, El Salvador y Honduras sigue creciendo y no da señales de perder fuerza para caer en niveles vistos durante la pandemia.
En la frontera sur de México “se ha agudizado un poquito el problema de la migración: por el momento las oficinas de Migración que expedían las visas humanitarias a las personas que solicitan refugio están cerradas, no están recibiendo documentos y también la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados cambió la manera de trabajar”, dijo Alvarado.
En esa frontera, de acuerdo con Alvarado, “hay muchas personas esperando, pero desde hace quince días, México inició con las deportaciones en mayor cantidad”.
Entre enero y la primera semana de noviembre de 2023, México deportó 14,749 hondureños (5,566 vía aérea y 9,183 vía terrestre), mientras Estados Unidos, 32,974, de acuerdo con el Instituto Nacional de Migración de Honduras.
El administrador del Albergue Jesús el Buen Pastor del Pobre y Migrante, ubicado en Tapachula, México, le informó a Diario LA PRENSA que “el 80% de las personas que llegan son de Honduras”.
“Vemos que la cantidad de personas de Honduras que van para Estados Unidos ha subido un 70%. Nosotros recibimos entre 80 y 150 personas al día. Nosotros tenemos durmiendo a la gente en los pasillos”, dijo.
Este albergue, situado en la carretera Raymundo Enrique de Tapachula, funciona gracias a donaciones y actividades lucrativas que realizan los administradores para sufragar los gastos de energía eléctrica, agua y alimentación para un promedio de 18,000 emigrantes que llegan anualmente.
“Ha aumentado la migración de Honduras, ahora estamos viendo más salvadoreños que emigran porque no están de acuerdo con lo que está pasando en El Salvador. Las personas que llegan al albergue dicen que emigran porque buscan mejores condiciones económicas”, dijo.
El administrador del albergue, que solicitó no publicar su nombre, manifestó que sólo en el último mes había más de 100,000 personas varadas en Tapachula esperando que el gobierno de mexicano les extienda una constancia de solicitud de reconocimiento de condición de refugiado para continuar libremente la travesía por el territorio de ese país.
Entre enero y octubre, 127,796 personas solicitaron esa condición. De ese contingente, 41,523 son de Haití, 36,480 de Honduras, 15,764 de Cuba y el resto de otras nacionalidades, de acuerdo con cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar).
Una cantidad superior de emigrantes decide continuar el camino sin recurrir a esa herramienta legal.