26/04/2024
12:56 AM

Experiencias hondureñas en agricultura sostenible

Descubre cómo Honduras está transformando su agricultura con prácticas sostenibles. Conoce experiencias exitosas de agricultores. ¡Lee la nota completa!

San Pedro Sula, Honduras

En un mundo donde los desafíos ambientales y la seguridad alimentaria se entrelazan, la agricultura sostenible emerge como una solución vital.

En Honduras, este enfoque se ha convertido en un faro de esperanza para enfrentar los retos del cambio climático.

La agricultura sostenible es una estrategia que busca equilibrar la producción agrícola con la preservación del entorno natural y el bienestar de las comunidades rurales

El objetivo principal de la agricultura sostenible es proteger el medio ambiente, garantizar la seguridad alimentaria y promover el bienestar rural.

Introducción a la Agricultura Sostenible en Honduras

El sector agropecuario desempeña un papel relevante dentro de la actividad económica de Honduras.

Sus vinculaciones con el resto de los sectores lo convierten en uno de los principales motores de la economía.

Lo que sucede en el sector agropecuario se refleja también en las demás actividades productivas: industria, comercio, transporte, almacenamiento y, en parte, en los servicios financieros.

El sector agropecuario contribuye, en buena medida, al crecimiento económico y la generación de empleos.

Según un estudio de la CEPAL (2010), la participación de este sector en el PIB total es del 21%.

En Honduras, el sector agropecuario, a través de ciertos productos, se ha podido insertar de manera positiva en los mercados internacionales. Las exportaciones agropecuarias han presentado gran dinamismo en los últimos años, al haber crecido de manera constante.

Principales Prácticas de Agricultura Sostenible

Los principales cultivos comerciales son el café y el banano. Otros cultivos importantes incluyen la caña de azúcar y el aceite de palma, mientras que los destinados a la alimentación de la población son el maíz, el sorgo, el frijol y el arroz.

También se producen cítricos y piñas. Además, son importantes las exportaciones de mariscos y madera.

Casos de éxito de agricultores hondureños

Una ama de casa que heredó de su familia el don de producir café de alta calidad, se convirtió en la campeona del occidente de Honduras, al ganar con una puntuación SCA (Specialty Coffee Association) de 88.55 puntos, la competencia de cafés especiales que enmarcó el desarrollo del Origin Coffee Fest.

La productora de Corquín, Copán, Saida Yamileth Lara, relató que su producción de café es la herencia que dejó su familia, caficultores de la zona occidental de Honduras.

El viceministro de la SAG Carlos Murillo, Roberto Salazar e Hilario y Kelvin López entregaron el reconocimiento como el mejor café del occidente a Saida Lara, productora de Corquín, Copán.

El café producido por Saida Yamileth fue resaltado como uno de los cafés de más alta calidad producido en el occidente y junto al de la mujer, fueron premiados otros 9 cafés de especialidad.

Cesar Guifarro con biotecnología eleva su producción

El departamento de Olancho produce el 75 % de la producción nacional de sorgo, frijol y maíz blanco, este último su principal destino es la industria de concentrado en el país.

Actualmente, César Guifarro produce unas 146 hectáreas de maíz, blanco, para comercializarla con la agroindustria nacional y espera cosechar en todo el ciclo agrícola (primera y postrera), entre 18 mil a 20 mil quintales, a finales en el mes de agosto y septiembre 2020.

César Guifarro, un exitoso agricultor originario de Olancho.

“La biotecnología es una herramienta muy importante que tenemos en nuestro medio, nos ha permitido incluso incursionar en otros cultivos y labores agrícolas como: ganadería, arroz y sorgo, porque no da tranquilidad, sabemos los tiempos de la aplicación y en los momentos que debemos ocuparnos”, dijo.

En el transcurso de los años “hemos experimentado que producir con biotecnología en un invierno normal, obtenemos 120 quintales por hectárea, con maíz convencional llegamos a los 75 a 80 quintales, por hectárea”, allí está la diferencia señaló Guifarro.

Impacto en la seguridad alimentaria y el medio ambiente

Alrededor de 267 millones de personas en América Latina y el Caribe (ALC) sufren inseguridad alimentaria. Eso significa que 40% de la población no tiene acceso físico o económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades diarias y llevar una vida saludable (FAO, 2022). Pero el problema no termina ahí, ya que un 8,6%, 56 millones de habitantes, padece el hambre en toda su crudeza. Es decir, no tienen un consumo suficiente de alimentos para cubrir sus requerimientos calóricos.

Es importante que reflexionemos sobre este problema de tan gran magnitud. Nuestro planeta, con sus recursos naturales (suelos, agua, aire, biodiversidad, etc.), provee un servicio fundamental para nuestra supervivencia: LOS ALIMENTOS. Por esto, el uso discriminado de los recursos naturales representa una amenaza directa a la seguridad alimentaria de la población mundial. Además, el uso indiscriminado de los recursos naturales, a través de la deforestación, la polución del aire, la producción basada en el uso de agroquímicos, etc., incrementan la velocidad del cambio climático que, a su vez, reduce el potencial para la producción de alimentos en muchas zonas de LAC, genera pérdidas agrícolas, incrementa la inestabilidad en la oferta de alimentos, aumenta la presencia de plagas en las plantas y enfermedades de animales, entre otros problemas.

Cuando hablamos de seguridad alimentaria, no debemos olvidar las cuatro dimensiones alrededor de las que gira este concepto: la disponibilidad de alimentos, que puede generarse a través de la producción nacional o el comercio internacional; el acceso, para lo que es necesario que la población tenga recursos económicos y físicos suficientes que le permitan adquirirlos; la utilización, es decir, el aprovechamiento que una persona hace de los alimentos mediante la adquisición de nutrientes y la inocuidad de los alimentos; y la estabilidad en la disponibilidad y el acceso de alimentos, independientemente de fluctuaciones económicas o climatológicas.

Es cierto que la región fue la única del mundo en alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) al reducir a la mitad la cifra de personas desnutridas entre 1990 y 2015. Sin embargo, desde entonces, la evolución de esta tendencia se ha revertido, al observarse un incremento significativo en la población que padece hambre. Es más, en ALC el hambre y la inseguridad alimentaria crecieron más que en otras regiones del mundo durante el periodo de 2019 a 2021.

Desafíos y oportunidades para la agricultura sostenible

Según la FAO, algunos desafíos globales que tiene la agricultura son:

- La creciente escasez y degradación rápida de los recursos naturales.

- Altas tasas de inseguridad alimentaria.

- Mientras que la agricultura contribuye considerablemente al cambio climático, también es una víctima de sus efectos.

- Tasas más altas de crecimiento demográfico.

- Los cambios en las prácticas de producción dan lugar a nuevas amenazas de enfermedades.

Apoyo Gubernamental y de Organizaciones Internacionales

Por más de 40 años, la FAO ha brindado asistencia técnica y cooperación a Honduras implementando programas y proyectos que fortalecen las capacidades para la gestión integral de recursos naturales, medidas de adaptación y mitigación frente al cambio climático, gestión de riesgos y resiliencia de los medios de vida, mejorando el estado nutricional de familias e impulsado el desarrollo rural territorial.

En el marco de estas acciones, la FAO en Honduras tiene el Marco de programación por país (MPP) donde se establecen tres áreas como guía para la asociación de la FAO con el Gobierno de Honduras y el apoyo de la Organización al mismo, aunando las mejores prácticas internacionales innovadoras, las normas mundiales y la experiencia nacional y regional durante 4 años, de 2019 a 2022.