Antes del impacto, el barco emitió una alerta, lo que permitió a las autoridades cortar el tráfico del puente, por el que cada día cruzaban unos 30.000 vehículos, y evitar una tragedia mayor.Pero seis trabajadores que estaban tapando baches en el puente, todos ellos migrantes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, fallecieron en el derrumbe.