Uno de los aspectos que a los seres humanos nos cuesta —a unos más que a otros, por supuesto— es el tema de los límites, pues existe una falsa creencia arraigada en muchos hogares bajo la cual decir “no”
Si desde el hogar no están establecidos los límites, las reglas, lo que se puede y no se puede hacer, lo que se va a obtener al final son hijos malcriados e irresponsables.
Decía un orientador familiar que los hijos necesitan un padre, una madre y un perro que les ladre. Lo del perro es, obviamente, una metáfora, que se puede aplicar a cualquiera de los dos primeros