¡Uf, qué calor! Es la frase que más se escucha en el país, pero en especial en San Pedro Sula, una ciudad en la que han sido normales temperaturas de 36 grados centígrados, pero que en los últimos meses registra un aumento que ha llegado hasta los 42 grados, con una sensación térmica superior a esta.
Las altas temperaturas que están registrándose provocan una serie de anomalías en el cuerpo humano; entre ellas, mareos, náuseas e hipertensión, conocida como “alta presión” , que se altera de la normal, que es 120 sobre 80, y que afecta aún más a las personas de mayor edad: causas genéticas, obesidad, e igual a las personas sedentarias, consumidores en exceso de sal y mucho más a los de licor.
Estas altas temperaturas están ocasionando daños a la flora y fauna, pues la primera debido a la sequía ha sido impactada en cualquier cantidad de especies de la naturaleza, árboles, plantas, arbustos, palmas, y también a los sembradores, que han perdido sus cosechas de granos básicos, en especial, y las hortalizas.
Es lamentable y dramático cómo los ríos han bajado sus caudales y en las quebradas ha desaparecido el agua y ahora están llenos de piedras calientes, arbustos, hiervas secas y animales muertos.
En las tuberías de agua potable ya no hay esa presión potente que se producía al abrir las llaves y la poca que llega sale caliente.
Otro problema para el medio ambiente, las altas temperaturas y la escasez de agua en los barrios y colonias sampedranas ha sido que han cortado cualquier cantidad de árboles para construcciones interiores y aceras de cemento.
Las mismas autoridades municipales hay temporadas que se transforman en “depredadores”.
Con estas altas temperaturas se consume más energía eléctrica y más agua, y de paso los recibos “inflados” tienen con la alta presión a los sampedranos de un país llamado Honduras.
