Recibir agua en los barrios y colonias de la capital durante el verano es complicado, porque pueden pasar de tres días hasta dos semanas para que el líquido vital llegue a las casas.
Ante esto, el alcalde del Distrito Central, Jorge Aldana, aconsejó a los ciudadanos “bañarse en pareja” con el propósito de cuidar el agua que aún queda en las represas.
“Si se quiere bañar en pareja o no, eso ya es otro rollo, que no es malo”, declaró Aldana.
LA PRENSA dialogó con diversos expertos en salud sobre los beneficios y perjuicios que puede traer bañarse con otra persona.
Gloria Hernández, médico general, aseguró que “bañarse con su pareja sí ayuda a ahorrar agua. Además, es algo que las personas pueden disfrutar, no es algo nuevo y psicológicamente ayuda a mejorar la relación con la otra persona”.
Hernández recomendó que “al bañarse, por favor, no haga sus necesidades (orinar) ahí, puede provocar una enfermedad en su pareja. No comparta el paste, y lo peor que puede hacer es tomar una ducha descalzo; use sandalias”.
María Fúnez, psicóloga, aseguró que “este tipo de baños hacen que nos conectemos íntimamente y emocionalmente con la otra persona. Es un tiempo para interactuar y no es malo bañarse con otra persona”.
