Cuando ya ha transcurrido la cuarta parte del año es común oír decir que el año va volando. Y es cierto: los días, las semanas y los meses pasan veloces, sin que a veces seamos capaces de reflexionar sobre la manera en que estamos aprovechando el tiempo o si solo nos dedicamos a matarlo; y eso de “matar el tiempo” es un delito que debería ser penado por la ley.